Últimamente cada vez más propietarios necesitan jardines que no les den problemas,  que no requieran mucho esfuerzo de mantenimiento ( propio o ajeno) y , sobre todo,  que se mantengan bonitos e interesantes durante todo el año.

Conseguir estos objetivos no es difícil si se parte de un diseño adecuado que tenga en cuenta el uso de nuevas tecnologías y los requerimientos de conservación de todas las especies vegetales utilizadas.

Un jardín de bajo mantenimiento, además, no tiene porqué ser monótono o aburrido,  puede reflejar el paso de las estaciones y tener una sucesión de flores a lo largo del año que atraigan a los polinizadores y a la avifauna.

Afortunadamente ahora contamos con muchísimos recursos de todo tipo para conseguir todo lo anterior.

Así, las variedades y agrupaciones de plantas, el uso extensivo de recubrimientos superficiales vivos e inertes, un planeamiento adecuado del césped que incorpore forma y automatización, la implantación de prados de flores, etc.. son  «herramientas» y recursos que utilizamos para lograr esos objetivos.