Fernando Hortelano Váquez de Prada Una vez acabado el verano climatológico con sus altas temperaturas y falta de humedad – especialmente este año 2023 – las primeras lluvias han traído un nuevo crecimiento de otoño en el prado florido.
El fuerte desarrollo de las gramíneas ha venido acompañado de la aparición de numerosas especies silvestres de flor. La más abundante es el aciano (Centaurea nigra), pero también encontramos flores de llantén ( Plantago major), trébol rojo ( Trifolium pratense), trébol blanco ( Trifolium repens) , la asterácea amarilla Hypochaeris radicata, la menta de hoja redonda (Mentha rotundifolia) que crece en las partes más húmedas, zapatinos de la virgen ( Lotus corniculatus) y alguna otra.
Los últimos días de septiembre han visto florecer en las zonas altas de las montañas y en algunas partes umbrías del jardín los primeros azafranes silvestres . Esta es la señal que nos indica el momento de dar la siega de otoño en el prado florido. Ya que este tipo de azafrán empieza a florecer en las zonas más altas o húmedas para después seguir en las praderas bajas y junto al mar. Sabemos que una vez que inician su floración en las alturas, es cuestión de días que empiecen a aparecer los que tenemos en el prado.
Esta siega otoñal no es estrictamente necesaria, pero nos va a permitir contemplar mejor los azafranes de otoño que salen en el prado florido, tanto los autóctonos Crocus nudiflorus y Crocus serotinus, como el introducido Crocus speciosus .
Además, esta segunda siega del año- en la que, por supuesto, también recogemos los restos – facilita mucho la l⁹abor de plantación de más bulbos de floración otoñal y primaveral.
Este año , como todos desde que comenzamos nuestra pradera ornamental, vamos a seguir aumentando la cantidad de bulbos de flor. La selección de los bulbos del 2023 se ha dirigido a especies que , en su mayoría, ⁹ya han demostrado una buena capacidad de naturalización y floración en nuestras condiciones. Además de extender al máximo posible el período de flor e interés de la pradera. La lista incluye:
- Bulbos de floración otoñal
- Crocus nudiflorus
- Crocus serotinus
- Croscus speciosus » Conqueror»
Los cormos de estas tres especies, si las plantamos pronto, darán flores este mismo otoño.
- Bulbos de floración primaveral
- Crocus chrysanthus «Dorothy«
- Crocus vernus «Stripped beauty»
- Narcissus «Jetfire»
- Camassia leitchlinii «Caerulea»
- Dactylorhiza elata
- Galanthus nivalis ( Límite del prado florido con el sotobosque)
- Galanthus nivalis » Mont Everest» ( Idem)
- Gladiolus communis » La Albericia» (Cultivar resistente a la humedad).
- Leucojum aestivum » Graveteye giant«
- Muscari azureum ( Límite del prado florido con el sotobosque)
- Muscari armeniacum ( Idem)
También vamos a aprovechar esta temporada para aportar semillas de especies anuales y vivaces de floración primaveral. El objetivo, también en este caso, es aumentar las zonas donde ya se encuentran o reforzar su presencia.
Sembraremos las siguientes especies:
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- Aguileñas ( Aquilegia sp.)
- Amapolas ( Papaver rhoeas)
- Arañuelas ( Nigella damascena)
- Gallitos o pollitos ( Rhinanthus minor)
- Trábol rojo ( Trifolium pratense)
La siembra se realizará mediante escarificado de partes del prado y esparcido superficial de la semilla.
Una vez plantado y sembrado todo, la única labor que queda por hacer es mantener limpio de hojas el prado mediante su soplado, recogida y compostado.
Y ya a comienzos del invierno daremos la tercera y última siega del año.
Más info:
Entradas del blog de Acanto con contenido relacionado con el prado florido.
