LOS AZAFRANES EN EL JARDÍN ATLÁNTICO

CROCUS O AZAFRANES

Todo el mundo conoce el azafrán – la especia más valorada del mundo – pero quizás no todo el mundo sepa que el llamado «oro rojo» se obtiene con el estigma (1) de la flor de una pequeña planta del género Crocus, la Crocus sativus L. ; ni que además de ésta ( la especie de azafrán de uso culinario) existen unas ochenta especies de ese género, que a su vez cuentan con cientos de subespecies, híbridos y variedades. Ni que unos cuantos azafranes puedan cultivarse con éxito en el jardín atlántico.

Los Crocus pertenecen a la familia botánica Iridiaceae y se dan naturalmente en amplias zonas de centro y sur de Europa, norte de África y oeste de Asia, sólo en nuestra península aparecen siete especies autóctonas según la Flora Ibérica. Son plantas vivaces geófitas con órganos subterráneos llamados cormos que les permiten sobrevivir bajo tierra a las condiciones ambientales adversas.

Mapa incompleto de distribución de 16 especies del género Crocus en Europa y Asia. Faltan cinco especies autóctonas de la península ibérica.
Fuente: https://en.wikipedia.org/wiki/Crocus

AZAFRANES DE OTOÑO Y DE PRIMAVERA

Todas estas especies de Crocus se pueden clasificar , desde un punto de vista jardinero, en dos grandes grupos, dependiendo del momento de su floración: especies de floración otoñal y especies de floración invernal – primaveral. Este momento de la floración es consecuencia del medio ambiente de su zona de origen y va a determinar el manejo y las operaciones de cultivo de cada grupo, como veremos más adelante.

Las especies más conocidas y utilizadas, aparte del azafrán de uso culinario, son las que emiten los brotes florales a finales de invierno o inicios de la primavera y son muy apreciadas en los jardines por su floración temprana que aporta la primera nota de color al jardín.

Las variedades e híbridos de Crocus de floración invernal-primaveral más utilizadas en jardinería y , por tanto, más fáciles de encontrar son : Crocus chrysanthus, Crocus etruscus, Crocus flavus, Crocus olivieri, Crocus sieberi ssp. balansae, Crocus tommasinianus y Crocus vernus.

Las especies y variedades de Crocus de floración otoñal son el propio azafrán –Crocus sativus – y también los Crocus cartwrightianus, Crocus laevigatus , Crocus ochroleucus, Crocus pulchellus  y Crocus speciosus.

Por supuesto, los aficionados a las plantas cultivan muchas otras especies, entre éstas destacan tres por adaptación a las condiciones ambientales de alta humedad del norte de España: Crocus banaticus, Crocus nudiflorus y Crocus serotinus. La primera es originaria de Rumanía, las otras dos son autóctonas y se ven fácilmente en los prados de la España verde.

Crocus banaticus
Crocus banaticus ( Syn. iridiflorus) , en la foto se aprecian el estilo ramificado de color violeta y los tres tépalos interiores más pequeños que le asemejan a un Iris. Esta pequeña planta ha merecido el Award of Garden Merit de la Royal Horticultural Society inglesa.

ALGUNAS CARACTERÍSTICAS INTERESANTES DE LOS AZAFRANES

Las características que conviene tener en cuenta al utilizarlos son:

  • Adaptación a la zona de cultivo: Los Crocus por lo general se adaptan bien a zonas de pleno sol o media sombra, ya sea en parterres – solos o en mezcla con otros bulbos- , bajo árboles de hoja caduca, en macetas e incluso en hierba. La mayoría suelen naturalizarse (3) bien siempre que el terreno tenga un drenaje adecuado. Sólo unas pocas especies están adaptadas a permanecer en zonas de suelos compactos o con exceso de humedad.
  • Tamaño: Tanto el Crocus flavus como el Crocus vernus son algo más grandes que el resto de los de floración invernal/primaveral. El Crocus banaticus y el Crocus speciosus superan en tamaño al resto de los que florecen en otoño.
  • Momento de la floración: Dentro de la temporada de flor ( otoño o invierno/primavera), los hay de floración más temprana como el Crocus banaticus, el Crocus flavus o el Crocus vernus y más tardía. Así , por ejemplo, la sucesión de floraciones de los Crocus vernus, C. chrysanthus y C. tommasinianus puede durar dos meses desde su inicio a mediados de enero, coinciden de esa manera con la floración de muchas otras plantas lo que aumenta mucho sus posibilidades ornamentales.

 

  • Duración de la floración: Una sola flor de Crocus dura pocos días, sin embargo la floración puede alcanzar alrededor de un mes y medio si nos fijamos en el conjunto de flores de una plantación.
  • Las masas de azafranes tienden a una floración progresiva para aprovechar al máximo las condiciones favorables.
  • Color de la flor: Como se puede ver la coloración difiere entre especies y variedades, dominando los blancos y morados, aunque también los encontramos en tonos de amarillo y naranja. Existen variedades rayadas, con sépalos de colores alternos o con diferente coloración interior y exterior.
  • Número de brotes de flor por cormo: Varía mucho entre las diferentes especies, normalmente los cormos de especies y variedades seleccionadas cultivados para su venta son capaces de emitir un gran número de brotes de flor (alrededor de seis en el Crocus speciosus), mientras que hay especies como el Crocus nudiflorus que sólo emite un brote floral. Las flores duran por lo general dos o tres días entre su apertura y marchitez.

AZAFRANES EN NUESTRO JARDÍN

Hemos probado a naturalizar, tanto en el prado florido como en el sotobosque caduco de nuestro jardín atlántico , las siguientes especies de Crocus: Crocus chrysanthus, Crocus nudiflorus, Crocus serotinus Crocus speciosus, Crocus tommasinianus , Crocus sieberi y Crocus vernus.

Obviamente no todos «valen» para todo; así el Crocus tommasinianus vegeta y se multiplica estupendamente en el sotobosque mientras que florece mal y desaparece rápidamente entre la hierba aunque ésta se mantenga corta ( sobre todo en terrenos húmedos) . La razón de estos comportamientos tan distintos puede estar en la humedad del terreno de asiento durante el verano. El sotobosque durante esa época se mantiene mucho más seco que el prado, ya que las leñosas producen una «sequía» del terreno a su alrededor por la pantalla que forman las hojas y la propia absorción de agua de la planta. Esta «sequía» imita a la que se da naturalmente en la zona de procedencia de la planta durante su dormancia y consigue que este bulbo de zonas secas se adapten mucho mejor.

Otros azafranes que van bien en el sotobosque son los Crocus vernus, Crocus nudiflorus y Crocus serotinus, tres azafranes muy adaptables y fiables.

En el prado florido de nuestro jardín atlántico hemos probado a naturalizar con éxito los tres azafranes de otoño anteriores ( C. speciosus, C. nudiflorus y C. serotinus) y el azafrán de invierno Crocus vernus. También hemos probado el Colchicum autumnale o quitameriendas, otro azafrán de otoño común en nuestra zona y algo tóxico, que se puede confundir con los otros dos autóctonos ( C. serotinus y C. nudiflorus). El quitameriendas no se naturalizó porque necesita suelos muy drenantes .

El Crocus sieberi – un azafrán de color naranja – ha respondido bien inicialmente, pero falta tiempo de prueba para sacar conclusiones claras. El Crocus chrysanthus ha dado unos resultados dudosos en esa localización ya que lleva varios años floreciendo, pero cada vez en cantidad menor. Esta próxima temporada vamos a aumentar las cantidades de todos los exitosos y a probar el Crocus banaticus.

RECOMENDACIONES PARA LA NATURALIZACIÓN DE AZAFRANES EN EL JARDÍN ATLÁNTICO Y EL DISEÑO DE PLANTACIÓN

Si queremos que nuestros azafranes permanezcan en el terreno varios años, que sus matas aumenten y que podamos disfrutar de una floración llamativa cada nueva temporada es conveniente respetar durante la plantación las siguientes recomendaciones:

  • Utilizar las especies más adecuadas para cada sitio, tal como comentaba anteriormente.
  • Plantar bulbos de la mejor calidad y del máximo tamaño posible en la época adecuada (dormancia):
    • Las especies de floración de invierno/primavera en otoño
    • Las especies de floración otoñal durante el verano o inicios del otoño, a más tardar.
  • El efecto ornamental se consigue a base de ver grandes masas de flores, sobre todo si se naturalizan en prados floridos, ya que son plantas pequeñas y pegadas al terreno. Por lo que conviene tener en cuenta sus hábitos de floración:
    • Suelen abrir las flores solamente en días soleados.
    • Casi todas las especies dispersan la apertura de las flores a lo largo de varias semanas para asegurarse la polinización.
    • Suele ocurrir que las especies botánicas ( variedades no seleccionadas) sean veceras, es decir: que florezcan un año sí y otro no.
  • Plantar un mínimo de 50 ejemplares – los viveros especializados recomiendan 100 uds. de cada especie o variedad – a ser posible en grupos de tres o más unidades. De esta manera conseguiremos burlar sus «malos hábitos» y obtener un efecto ornamental potente.
  • La floración ocurre antes o durante la aparición de las hojas, esto implica que florece gracias a la energía obtenida de las sustancias de reserva acumuladas en la temporada anterior . Así que tendremos que respetar su ciclo vegetativo para que eso ocurra , de forma que mantendremos las hojas sin cortar hasta que se marchiten naturalmente; hay que tener en cuenta que , en algunos casos, las hojas son grandes y llamativas. En consecuencia, si la plantación es en césped o prado, esperaremos unas seis semanas tras la floración para dar la siega.
  • Para ayudar al enraizamiento es recomendable aportar al hoyo de plantación una mezcla de substrato y compost.

BUEN MOMENTO PARA PLANIFICAR SU PLANTACIÓN

Estamos a finales de primavera y hace ya unos cuantos meses que floreció el último crocus. Todos ellos han completado su ciclo vital, han perdido las hojas y han entrado en la fase de dormancia.

Ahora que no se ven, es el mejor momento para planificar su plantación en el jardín: Escoger los lugares, diseñar la plantación, elegir las especies y variedades , e incluso, hacer las reservas y pedidos a los proveedores especializados. Esto es mejor hacerlo cuanto antes si nos decidimos a plantar azafranes de floración otoñal y queremos tener flor este mismo otoño. Si los recibimos y plantamos pronto – inicios de septiembre – daremos tiempo a los cormos a enraizar y florecer cuando lleguen las lluvias de otoño.

NOTAS:

(1) Zona de la parte femenina de la flor que recibe el polen.

(2) El número exacto varía de unas fuentes a otras. La relación de las especies de Crocus se puede ver en el estudio de este género realizado por la Pacific Bulb Society.

(3) Al naturalizar plantas las cultivamos como si estuvieran en la naturaleza, estableciéndolas como si fueran nativas de la zona. Los bulbos permanecen en el mismo lugar durante años sin que tengamos que hacer más trabajos para que pervivan, florezcan y se multipliquen. Más info.

By Nalagtus – Own work, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=56969756

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